miércoles, 15 de junio de 2011

ENTRE GENTE DE PALABRA

Entre gente de palabra
Benjamín Briseño

El contexto

   Concluyó el encuentro de Narradores Orales en Tlaquepaque, Jalisco –realizado los días 2 y 3 de junio- al que fuimos convocados un grupo representativo de quienes nos dedicamos a esta labor a lo largo del país. Compañeros de Monterrey, Zacatecas, Guadalajara y el Distrito Federal, de las más diversas agrupaciones y escuelas de narración, respondimos la inédita convocatoria de Infolectura, Asociación dependiente del Diario El Informador de Guadalajara, Jalisco, responsable de un importante programa de promoción de la lectura en el estado y organizadora del Festival Cultural de las Letras Caleidoscopio 2011.

Las razones

     El objetivo de Infolectura y los asesores del encuentro fue propiciar un espacio de diálogo para que los narradores hablaran sobre su quehacer, sus inquietudes ideológicas, la problemática para realizarlo y las múltiples experiencias de cada uno para seguir impulsando la existencia de este arte. También se persiguió fomentar al acercamiento con los narradores de Jalisco para retroalimentar su quehacer con herramientas sólidas y que ellos compartieran su experiencia; acercarlos para invitarlos a dejar el sectarismo que priva en su estado y que sólo divide estérilmente a los artistas, y que también era una forma de reflexionar en nuestros propios divisionismos. El Encuentro propició momentos de diálogo para encontrar coincidencias y estamparlas en un documento que representara el pensar y el sentir de los participantes con una visión hacia el futuro de la narración en el siglo XXI.

Las jornadas

   Así, armados con ponencias que versaron en torno a los temas: Narración oral en el siglo XXI, el narrador oral en el siglo XXI, Gestión y promoción de la Narración oral y El narrador oral como formador de narradores, se realizaron las jornadas de trabajo matutino abiertas a todo el público interesado. Todas fueron muy enriquecedoras por la diversidad de trabajos que incluyeron desde una revisión histórica, considerando los orígenes del narrador, pasando por el surgimiento de la narración moderna en Cuba y precisando los inicios en México, hasta testimoniales de los grupos participantes e incluso propuestas de fusión interdisciplinaria con las artes plásticas. Otras ponencias versaron acerca del quehacer del narrador y apuntaron principios estéticos muy importantes, pero también hubo espacio para hablar del trabajo del artista revisando el costo comparado con la inversión y proponiendo reflexionar en cómo debe valorarse el mismo y cómo habría que incorporar gestores culturales a nuestro hacer.

     Pero quizá el momento más relevante se suscitó en los trabajos vespertinos, en las mesas de trabajo donde se confrontaron las múltiples ideas vertidas por la mañana. Los narradores convocados hicieron gala de su inteligencia y pasión para defender ideas, cuestionar y replicar convicciones y posturas, pero más importante aún, mostraron una gran disposición por escuchar al otro, que es el principio fundamental del diálogo. Manteniendo en todo momento una actitud de respeto, incluso con los más jóvenes que cuestionaban ideas trascendidas, los narradores construyeron con solidez un espacio en el que incluso los desacuerdos fueron tema para estar de acuerdo. Los artistas de la palabra entendieron que el ego y la vanidad se reservaban para otros espacios, al bajar de los escenarios o al tratar a funcionarios mediocres, no entre colegas donde hay paridad.

   Fue muy estimulante y hasta emotivo escuchar razonamientos de altura, porque detrás de cada palabra se entendía el compromiso de los presentes hacia su quehacer, hacia su persona y hacia sus proyectos de vida y se respiraba la necesidad de darle a nuestro arte el lugar y dignidad que merecen dentro de la cultura. Sería larguísimo enumerar las brillantes aportaciones de Beatriz, Marilú, Jermán, Rosa Martha, María Eugenia, Florina, Apolonio, Juan Carlos, Heber, Jorge, al lado de las igualmente importantes ideas  de Gadhiel, los Rodrigos, Zaira y Abril, y ni qué decir de la inquisitiva Isabel que provocó, en el mejor de los sentidos, la necesidad de reargumentar y clarificarnos más para que las ideas no se quedaran sólo en el círculo de los narradores, sino que fueran accesibles a cualquiera que desee escucharnos.

El resultado

   Hubo momentos en que el diálogo se empantanaba y corría el riesgo de encerrarse en lo bizantino, pero la voluntad de conjunto evadió la discrepancia y construyó en la coincidencia.
   Así, se llegó a la redacción del Manifiesto de Tlaquepaque, que fue discutido palabra por palabra, porque se sabía de su trascendencia, porque se estaba apostando muy alto por él. Horas después, entre el cansancio y la satisfacción firmamos la impresión, gustosos, contentos, sabiéndonos representados por él. Se decidió darle el nombre en lengua indígena mixe Ayuujk Jäy que significa gente de la palabra,  ¿acaso no es esto el narrador oral?
   Desde la perspectiva de quien esto escribe, el Manifiesto de Tlaquepaque es un documento de concordia, es un ideario, una auténtica declaración de principios éticos y estéticos, es una forma de fijar una postura ante el mundo y destinar un lugar digno para la Narración Oral mexicana en la cultura y tiempos que nos tocó vivir. 

Los compromisos

   Ahora nos toca a todos los que firmamos difundir este documento que creamos, pero que no nos pertenece del todo. Necesitamos urgentemente gente que se adhiera a sus principios, que los adopte para su quehacer cotidiano, si es que acaso se siente representado por ellos y le significan en algo. No sólo sumaremos a otros profesionales de la narración, sino a promotores culturales, directivos institucionales o sencillamente a personas que amen la narración oral y crean que vale la pena ir de la mano con las ideas del Manifiesto.
   Estamos por realizar la tarea de subir el manifiesto a un Foro en línea donde cualquier persona pueda adherirse a él y firmarlo en forma virtual, donde pueda expresar sus opiniones respecto a lo escrito y desde donde podamos informarles los avances en vías del próximo encuentro.
   De igual manera, mantenemos nuestro compromiso con Infolectura, generoso patrocinador del espacio, de realizar en conjunto el Segundo Encuentro con Narradores Orales, donde revisaremos los logros del Manifiesto y lo haremos crecer de ser necesario, donde invitaremos a más narradores, a todos los que quieran construir con nosotros. Volveremos a reunirnos para vernos, para escucharnos, para cobijar nuestras palabras.

Trazos finales

   De manera personal quiero hacer un reconocimiento al señor Carlos Flores, Director de Infolectura, de quien partió la idea de este Encuentro y la impulsó siempre desde la más verdadera generosidad. Agradezco a Apolonio Mondragón por lo de cómplice y amigo que tiene en su ser. A mis compañeros narradores, que son gente de palabra.
   Y al final, no puedo dejar de expresar lo significativo que es para mí este Manifiesto. Y reconocer, sí, que se nos fueron un par de erratas de sintaxis. Pero hasta ese detalle lo aprecio por lo que de humano tiene. Seguramente corregiremos para la edición en línea. Pero lo relevante de este Encuentro fue descubrir que los narradores sí podemos sentarnos a dialogar, aún desde la oposición ideológica. Nada me borrará de la mente  la imagen de un narrador y una narradora distanciados por un fuerte conflicto de antaño, que en un momento dado se saludan con un honesto, cordial y efímero beso, no para reconciliarse, sino como muestra de afectivo respeto. Nada me borrará de la mente el pensar que como ciudadano desencantado, en un país en el que ya nadie respeta el valor de la palabra, nosotros, desde las más grandes diferencias, pudimos hablarnos y escucharnos. Y para mí, amados compañeros narradores, eso es un gesto donde asoma la esperanza.

domingo, 22 de mayo de 2011

Los cuenteros de la Buena Pipa invitan a Germán Jaramillo a distintas localidades de la provincia de Bs As


VISITA DEL PROFESOR COLOMBIANO
GERMAN JARAMILLO DUQUE

La Compañía de Narradores Cuenteros de la Buena Pipa, la Asociación de Narradores Argentinos y los Trabajadores de la Palabra de UPCN Bs As, reciben y coordinan las actividades del profesor colombiano Germán Jaramillo Duque, coordinador desde hace 25 años de Encuentro de Historias y Leyendas de Buga, Colombia.
Los narradores Teresita Bustos, Alicia Mesa Garbín y Roberto Moscoloni, acompañarán al Profesor Jaramillo Duque en actividades a realizarse en distintas localidades de la provincia de Bs As.
Las actividades están destinadas a  gestores culturales así como docentes y bibliotecarios y público en general. Las disertaciones están dirigidas al abordaje como Gestor Cultural, de la narración oral y características del Encuentro de Buga.

 En la ciudad de Luján, coordinado por Jimena Carril, se presentará el viernes 10 de junio a las 17,30 horas en
Instituto Municipal de Educación y Tecnología Dr. Emilio Fermín Mignone DIPREGEP 2457 - Avellaneda 1389 .

En la ciudad de la Plata presentará su ponencia en el Auditórium UPCN, Edificio del Bicentario, el 11 de junio de 10 ,30 horas a 12,30 horas
 En la localidad de Morón, Coordinado por Inés Bombara se presentará en la Biblioteca Municipal de Morón el lunes 13 de junio, a las 19 hs.     

Luego de estas charlas se presentará en la ciudad de Mar del Plata, el jueves 16 de junio a las 18 hs en la galeria de Arte Casa de Madera, acompañado por los narradores Alicia Mesa Garbín, Roberto Moscoloni y la una de las integrantes de la coordinación de la galeria Profesora Graciana, quienes realizarán como cierre de la charla un espacio de narración oral.
La visita de Jaramillo Duque es una buena oportunidad para acercarse al proceso de narración oral que se viene gestando en todo Latinoamérica y que representa sin duda una base de nuestra historia como pueblo continental

BREVE CURRÍCULO DE GERMÁN JARAMILLO DUQUE

Nombre y apellidos: Germán Jaramillo Duque
Licenciado en Ciencias de la Educación. Universidad Santiago de Cali - Colombia
Posgrado en Gestión Cultural y Cooperación Cultural Iberoamericana. Universidad de Barcelona – España.

Escritor
Obra publicada:
- Por Fin llegó la Guerra – premio de novela Jorge Isaacs 2003
Obra inédita:
- El Umbral. – novela
- La última noche. - novela
- El hombre que contaba historias. - novela
- Contra el olvido. – Novela (en preparación)

Recopilador de tradición oral.
Libros publicados:
- Memorias de Tres Encuentros.
- Historias y Leyendas de Colombia.
- Viejas historias contadas hace poco tiempo.
- Historias de siempre.
- América Fantástica.

Director del Encuentro de Contadores de Historias y Leyendas de Buga, Colombia, el más antiguo evento de narración oral de Iberoamérica.

Asesor internacional del Festival Hispano de Narración Oral de Miami – MIAMI CUENTA.

Asesor para la creación de eventos de narración oral en Ecuador, Costa Rica y México.

Conferencista sobre temas de narración oral en:
Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, México, Perú.    

jueves, 14 de abril de 2011

LA TEJEDORA - Marina Colasanti

Se despertaba cuando todavía estaba oscuro, como si pudiera oír al sol llegando por detrás de los márgenes de la noche. Luego, se sentaba al telar.
Comenzaba el día con una hebra clara. Era un trazo delicado del color de la luz que iba pasando entre los hilos extendidos, mientras afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte.
Después, lanas más vivaces, lanas calientes iban tejiendo hora tras hora un largo tapiz que no acababa nunca.
Si el sol era demasiado fuerte y los pétalos se desvanecían en el jardín, la joven mujer ponía en la lanzadera gruesos hilos grisáceos del algodón más peludo. De la penumbra que traían las nubes, elegía rápidamente un hilo de plata que bordaba sobre el tejido con gruesos puntos. Entonces, la lluvia suave llegaba hasta la ventana a saludarla.
Pero si durante muchos días el viento y el frío peleaban con las hojas y espantaban los pájaros, bastaba con que la joven tejiera con sus bellos hilos dorados para que el sol volviera a apaciguar a la naturaleza.
De esa manera, la muchacha pasaba sus días cruzando la lanzadera de un lado para el otro y llevando los grandes peines del telar para adelante y para atrás.
No le faltaba nada. Cuando tenía hambre, tejía un lindo pescado poniendo especial cuidado en las escamas. Y rápidamente el pescado estaba en la mesa esperando que lo comiese. Si tenía sed, entremezclaba en el tapiz una lana suave del color de la leche. Por la noche dormía tranquila después de pasar su hilo de oscuridad.
Tejer era todo lo que hacía. Tejer era todo lo que quería hacer.
Pero tejiendo y tejiendo ella misma trajo el tiempo en que se sintió sola. Y por primera vez pensó que sería bueno tener al lado un marido.
No esperó al día siguiente. Con el antojo de quien intenta hacer algo nuevo, comenzó a entremezclar en el tapiz las lanas y los colores que le darían compañía. Poco a poco, su deseo fue apareciendo. Sombrero con plumas, rostro barbado, cuerpo armonioso, zapatos lustrados. Estaba justamente a punto de tramar el último hilo de la punta de los zapatos cuando llamaron a la puerta.
Ni siquiera fue preciso que abriera. El joven puso la mano en el picaporte, se quitó el sombrero y fue entrando en su vida.
Aquella noche, recostada sobre su hombro, pensó en los lindos hijos que tendría para que su felicidad fuera aún mayor y fue feliz por algún tiempo. Pero si el hombre había pensado en hijos, pronto lo olvidó. Una vez que descubrió el poder del telar, sólo pensó en todas las cosas que éste podía darle.
—Necesitamos una casa mejor— le dijo a su mujer. Y a ella le pareció justo, porque ahora eran dos. Le exigió que escogiera las más bellas lanas color ladrillo, hilos verdes para las puertas y las ventanas, y prisa para que la casa estuviera lista lo antes posible.
Pero una vez que la casa estuvo terminada, no le pareció suficiente.
—¿Por qué tener una casa si podemos tener un palacio? —preguntó. Sin esperar respuesta, ordenó inmediatamente que fuera de piedra con terminaciones de plata.
Días y días, semanas y meses trabajó la joven tejiendo techos y puertas, patios y escaleras y salones y pozos. Afuera caía la nieve, pero ella no tenía tiempo para llamar al sol. Cuando llegaba la noche, ella no tenía tiempo para rematar el día. Tejía y entristecía, mientras los peines batían sin parar al ritmo de la lanzadera.
Finalmente el palacio quedó listo. Y entre tantos ambientes, el marido escogió para ella y su telar el cuarto más alto, en la torre más alta.
—Es para que nadie sepa lo del tapiz —dijo. Y antes de poner llave a la puerta le advirtió: —Faltan los establos. ¡Y no olvides los caballos!
La mujer tejía sin descanso los caprichos de su marido, llenando el palacio de lujos, los cofres de monedas, las salas de criados. Tejer era todo lo que hacía. Tejer era todo lo que quería hacer y tejiendo y tejiendo, ella misma trajo el tiempo en que su tristeza le pareció más grande que el palacio, con riquezas y todo. Y por primera vez pensó que sería bueno estar sola nuevamente.
Sólo esperó a que llegara el anochecer. Se levantó mientras su marido dormía soñando con nuevas exigencias. Descalza, para no hacer ruido, subió la larga escalera de la torre y se sentó al telar.
Esta vez no necesitó elegir ningún hilo. Tomó la lanzadera del revés y pasando velozmente de un lado para otro comenzó a destejer su tela. Destejió los caballos, los carruajes, los establos, los jardines. Luego destejió a los criados y al palacio con todas las maravillas que contenía. Y nuevamente se vio en su pequeña casa y sonrió mirando el jardín a través de la ventana.
La noche estaba terminando cuando el marido se despertó extrañado por la dureza de la cama. Espantado miró a su alrededor. No tuvo tiempo de levantarse. Ella ya había comenzado a deshacer el oscuro dibujo de sus zapatos y él vio desaparecer sus pies esfumarse sus piernas. Rápidamente la nada subió por el cuerpo. Tomó el pecho armonioso, el sombrero con plumas.
Entonces como si hubiese percibido la llegada del sol, la muchacha eligió una hebra clara. Y fue pasándola lentamente entre los hilos como un delicado trazo de luz que la mañana repitió en la línea del horizonte.



miércoles, 17 de noviembre de 2010

REFLEXIONES PARA UN MANIFIESTO SOBRE LA CUENTERIA

GERMAN JARAMILLO - (Director artístico del encuentro de contadores de Buga) - Según entiendo la vida, una declaración tiene fundamentalmente una utilidad, y es la de expresar un punto de vista. Entiendo que quienes estuvieron en el 24 Encuentro coinciden en que la narración oral debe ser ante todo un vehículo de recuperación de lo
que denomino VALOR SOCIAL DE LA PALABRA, es decir, que vaya más allá de la diversión, y por eso entiendo que una declaración surgida de este Encuentro tendrá como objetivo decir, en primer lugar, que contar historias no es un oficio de iniciados sino una actitud de quien tiene la intención de trasmitir algo. Es es mi aporte. Un abrazo:germán 
STELLA MARIS ZAFFARONI, cuentaautora de Uruguay.
¡Ahhh! yo creí que el rumbo era como rescatar a la palabra como objeto de arte...¿era eso?
Besos desde el Sur SM

ALICIA MESA GARBIN narradora argentina:
A GERMAN Y A TODOS LOS AMIGOS DEL ENCUENTRO EN BUGA.
Pensando y repensando sobre la propuesta de Roberto, el aporte de Gabriela, la reflexión de Carlos Fong y la de Germán, a las que seguramente se sumarán otros, quiero hacerles llegar mi idea sobre esa DECLARACIÓN o MANIFIESTO   propuesta para los Cuenteros reunidos en BUGA:
Creo, debe hacerse. Porqué, para qué?: 
porque sería un compromiso voluntario que cada uno de nosotros asumiría para, en sus respectivos lugares, trabajar en pos de esa recuperación del valor social de la palabra, un reconocimiento de lo inmenso de su poder y las implicancias de su desvalorización, una jerarquización  del trabajo de los cuenteros y una defensa tácita contra  su pauperización.
La pauperización del cuentero conlleva la de la palabra que emite.El cuentero que asume la importancia de su labor, aprende y enseña, rescata valores, respeta al escucha, transmite memoria, historia, conocimientos, se entrega sin vestiduras extrañas, muestra el corazón y la piel al contar. Respeta y se respeta.Son mis ideas.
Traigo a la memoria de todos el pasaje del Poema de Homero cuando nos dice que para homenajear a Ulises convocaban a un aedo-narrador oral-poeta,  y sobre el aedo  dice que la musa que más lo amaba lo privó de la vista pero lo premió con el don de la memoria, que trenza de tal modo sus palabras que hace que el Caballo de Troya que nombra aparezca ahí, delante de los ojos de Ulises. El aedo creaba la necesidad de volver a oírlo.
Si estos pensamientos son un aporte para el hermoso grupo que allí se formó, recíbanlos.
Llevan lo mejor de mi y yo adhiero al Manifiesto que se emita.   Alicia Mesa Garbin
ROBERTO MOSCOLONI - Narrador argentino, ESBOZO DE MANIFIESTO
DECLARACION DE BUGA
En 1999 Bourdieu decía "la eficacia de un discurso es proporcional a quien lo enuncie y el poder de la palabra reside en las instituciones que las legitiman, los estudios subalternos pueden contribuir a construir un nuevo lugar de enunciación en vías a una nueva hegemonía"
Tomando esta premisa, los narradores orales de Colombia, Perú, Argentina, Brasil, Uruguay, Costa Rica, México, Panamá, Guatemala, Ecuador y España (representates del país Vasco) reunidos en Buga, Colombia, hacemos un llamado a las poblaciones del mundo, hoy invadidas por los medios tecnológicos de la globalización, a levantarse en palabras para dejar el Poder de la información hegemónica y escuchar las voces de nuestros pueblos que cuentan sus historias pasadas y sus verdades presentes.
El narrador Benjamín Briceño de México expresó "buscamos através de la Narración oral la rehumanización y el disfrute de la Palabra. Buscamos en medio de este caos neoliberal una alternativa de reencuentro entre las personas."
El 24 Encuentro de Contadores de Historias y leyendas nos compromete con esa rehumanización, nos lleva a desafdiar las tradiciones historiográficas el héroe latrinoamericano en soledad, con fechas y grandes acontecimientos, para dar lugar a la voz de la gente como formadores de nuestra historia.
En cada rincón del mundo se levanta un narrador oral, con su voz firme y sincera, con su historia de amor, su desafío social, su humor popular alejado del chiste fácil de los medios hegemónicos de información que distorcionan la realidad através de un supuesto humor.
Convocamos desde Buga a todos los narradores a llevar sus palabras en alto y nutrir la historia no permitiendo que haya mas silencios en las voces de nuestros pueblos.